POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - Los barrotes del Adarve
04. BARROTES SOLITARIOS (3)

© Enrique Alcalá Ortiz



60

Ver las cosas tan distintas.

Así son de cualquier forma

y las transforma la vista.

 

61     

Cuando arriban transparencias

ya no sirven espejismos

para taparnos las venas.

 

62     

Se enlazaron las palabras

sin vaciar su contenido

dentro de las frases largas.

 

63

Tuve que esperar un siglo

asomado a mi ventana

para reposar tranquilo.

 

64

Se revuelven las calores

en el frío de mi vientre

en espirales sin bordes.

 

65

Sobre la luna, mis risas.

Por eso la luna mengua

y se esconde por el día.

 

66     

Prácticamente perdido

dando mil vueltas de trompo

en innumerables círculos.

 

67     

Mi capacidad primera:

estar produciendo gritos

desde que llegué a la tierra.

 

68     

Todos mis recursos son:

taponarme las orejas

para no oírme la voz.

 

69     

Hasta el punto de cumplir

todos los años: un año;

desde el día que nací.

 

70

Mi sistema de valores:

beber vasos de gazpacho

cuando llegan las calores.

 

71

Dentro de mi propio juicio

se esconden buenas razones

que no encuentran su destino.

 

72

Las voces se entrelazaban

haciendo sogas de esparto

que a mis ideas mataban.

 

73     

Con mis dos ojos de ciego,

mirando todas las cosas

que reposan por el suelo.

 

74     

Alcancé mi libertad:

andando por esas calles

pidiendo la caridad.

 

75

No me importan los dineros

aunque derriben las puertas.

Sólo busco los misterios.

 

76     

Hay una vela en mi icono

que nunca se apagará

ya que alumbra caras de oro.

 

77

Como los gritos del trueno

te reclamo a todas horas,

tormenta del pensamiento.

 

78

No considero la fama.

Así vivo tan tranquilo

asomado a la ventana.

 

79     

Compases se hicieron rectas.

Y las rectas espirales

en la sangre de mis venas.

Y las rectas espirales

que parecen paralelas,

sólo son curvas mortales.

 

80

Estoy reducido a nada,

pues nada tengo ni soy,

ni nadie escucha mi charla.

 

81

Tejí con todas mis penas

un fuerte paño esponjoso

para poder recogerlas.

 

82     

Prácticamente arruinado

por ceder todo lo mío,

y por no pedir prestado.

 

83     

La romería está dentro.

Que soy de ésos que se esconden

todo lo que piensan de ellos.

 

84

No quiero vender las sobras.

Puede ser que en otras fechas

yo las necesite todas.

 

85

Todos nos amancebamos

con los usos y las normas

que si odiabas, practicamos.

 

86

También me puse al servicio

de aquellos que siempre están

con la botella de vino.

 

87     

Tanto esperar, tanto tiempo,

para que cuando la espera

llegue, me encuentre durmiendo.

 

88     

Sin tener más que alegría

espero pasar tranquilo

esto que llamamos vida.

 

89     

Ahora me toca echar

que vengo aquí con las sobras

y se pueden derramar.

 

90     

Totalmente de secano,

baldío, yermo, amarillo,

de esta forma es mi descanso.

 

91     

En la ciudad, en el campo;

en el camino del centro,

allí está mi desencanto.

 

92     

En este orden cronológico

en que pongo mis recuerdos

me miro, y no me conozco.

 

93     

Sutilmente penetré

en la sala de las risas:

penas, llantos encontré.

 

94     

Las soleares en mí

son como el agua del río

que nunca tienen su fin.