26
Todo fue más llevadero:
ya no iba al olivar
solamente por dinero.
27
De tanto mirar la luna,
se te han puesto los dos ojos
como hojas de aceituna.
28
Con una aceituna verde
te dibujé en un papel
para que pudiera verte.
29
¡Qué lástima de papel
que se convirtió en aceite
y ya no te pude ver!
30
Te di una rama de olivo
para que hagamos las paces
de esta guerra que vivimos.
31
Es la misma serenata:
el jornal es siempre escaso
y la faena no grata.
32
No tengo ni una cuchara
para comer del manjar
que encierran las almazaras.
33
He hecho ya mil campañas:
¡pero las tierras de otros
me resultan tan extrañas!
34
Siempre me sentí aquí preso,
aunque yo duermo en mi casa
al otro día regreso.
35
Anotan en sus libretas
mi vida en el olivar
para darme unas pesetas.
36
Más allá del garrotazo
sienten mis carnes de miedo
si me quedo sin trabajo.
37
Somos hijastros del cielo.
Recogemos la riqueza
que se llevan los sabuesos.
38
Toda la familia entera.
Todos a mover los brazos.
Todos a tirarse en tierra.
39
Buscamos alguna pasta
para matar estas hambres
que la miseria nos manda.
40
Como todos los mulatos
sobre esta tierra morena
conduciendo un carromato.
41
Manijero, rey sin trono,
capataces del olivo
espuelas de mi patrono.
42
Dale que dale a la vara,
dale que dale al olivo,
dale que dale a mi alma.
43
Esperando ese cocido
que nos dan en el remate
los dueños de los cortijos.
44
Comer en el mismo plato,
beber del mismo botijo,
dormir en el mismo cuarto.
45
Somos como Don Quijote
que atacaba con su lanza.
Nosotros con el garrote.
46
En los molinos ve gigantes,
pa nosotros los olivos
son como los elefantes.
47
Él llevaba a Sancho Panza,
nosotros en la talega
productos de la matanza.
48
Abracé la rama seca.
Abracé la rama verde.
Abracé tu cabellera.
49
Por un olivar maldito
perdí aquella chiquilla
que se llevó un señorito.
50
Oliendo ramón de olivo,
comiendo pan con aceite: