no de los sucesos más sonados de nuestra feria se produce en el año 1895, cuando Priego se vio sorprendido con la noticia de uno de los atracos más espectaculares llevados a cabo en el más puro estilo clásico de salteadores de caminos que estos días se veían transitados por numerosos visitantes con su ganado. Joaquín Camargo, alias "el Vivillo", apostado en pleno Mojón, a la caída de la tarde, a lomos de su caballo "Careto", y acompa­ñado de su cuadrilla, da el alto a los ocupantes de tres coches que se dirigían a Priego. Sus ocupantes son obligados a descender de sus vehículos, los amarran y los desvalijan tranquilamente. Al bandolero lo apresan más tar­de, pero como en otras ocasiones y haciendo honor a su nombre de vivo, se escapa de la cárcel de Cabra.

            Más tarde nos enteramos de algunas personas y personalidades que honraban con su presencia nuestros festejos más señalados: "Ya se nota que estamos en feria por el crecido número de forasteros que circulan por estas calles, y nos honran con su presencia, jóvenes tan bellas como las hijas del Diputado a Cortes don Rafael Abril, Aurorita y Justa, y la no menos bella Gloria Cubero, encontrándose también entre nosotros el presbítero don Francisco del Pino, coadjutor de la parroquial de San Pedro de esa capital y el diputado provincial don Pedro Luis Camacho, con su familia.         

                         Hasta pasados unos días que le daré cuenta de la feria y llegada a ésta de don Juan de Dios Roldán, celoso Diputado a Cortes, que viene a dar las gracia, por su nombramiento de hijo adoptivo de esta población, al Ayuntamiento que así lo nombró, se despide de usted su amigo y servidor. El corresponsal. 1º septiembre 97[1]".