POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - Cantos al Priego de la cal y del agua
53. EMIGRANTE I

© Enrique Alcalá Ortiz



 

Me tocó ser incansable emigrante

que machaca sendas y abre caminos.

Me tocó a mí y a infelices peregrinos

perdernos en un oficio insultante.

 

Emigrar. Cual desterrado tunante,

dejar mi patria. Castigos divinos

me parecen estas cosas. Destinos

asombrosos. Tengo a mi buena amante

 

esperando en el terruño, el regreso,

y que terminen las separaciones.

¿Para qué recrearse sólo en eso?

 

Queda tiempo en estos fríos pabellones

para pensar en el sabor del beso

que sueñan los apátridas peones.