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1+1+1+1 = A CASI NADA
Reunión de esfuerzos diversos con pocos resultados efectivos.
© Enrique Alcalá Ortiz
Si dentro del campo de los números naturales sumamos varias unidades, el resultado total se eleva a un número igual al de unidades agrupadas. Reunir cuatro unidades nos daría el número 4. A más unidades, el resultado es mayor. Esta sencilla lógica se aprende, incluso casi antes de llegar al uso de razón. Pero lo que es un axioma en el campo de los objetos concretos falla estrepitosamente cuando la operación aritmética se lleva al campo de los conceptos abstractos como la virtud, la risa, el gozo, las ansias de poder, y otros asuntillos, como por ejemplo el esfuerzo, cuando este no tiene características mecánicas.
La recientemente constituida Plataforma para el desarrollo de nuestros pueblos, pegó por los escaparates del pueblo carteles convocando a la ciudadanía a una concentración en el Paseíllo con el lema Sumando esfuerzos conseguiremos resultados. Como ordinal han titulado la primera. Con lo que nos dan a entender que habrá algunas más. En el logotipo con pedagogía visual aparece un edificio con un letrero que dice "sanidad", unas instalaciones eléctricas, fábricas y carreteras. En el manifiesto que leyeron explicaron estos motivos como causa de la indignación y lucha que se pretende lleven a cabo un conjunto unitario de municipios, asociaciones y ciudadanos.
Pero una cosa son las intenciones, y otra muy distinta el resultado de calle obtenido a las vista del puñado de personas que acudieron a la llamada. Los cronistas del evento dicen que acudieron alrededor de "200 personas" que ya es exagerar un poco. Si a esta cantidad, en vez de sumar, le quitamos los políticos de obligada presencia, del pueblo y de otros limítrofes, algunos familiares que los acompañan, los numerosos periodistas y fotógrafos aficionados que llenan páginas de la redes sociales de Internet, los jubilados que acuden al Paseíllo a tomar el sol y pasar la mañana, algún viandante despistado que acude a ver qué pasa, nos quedan muy pocos verdaderamente preocupados, o mejor que luchen en una manifestación para mejorar su entorno. No sé si de pena o de carcajada. Indudablemente preocupante y para pararse a pensar.
Es cierto que si se unen esfuerzos en una misma dirección el resultado total de la suma debe aumentar. Sin embargo, aquí o los esfuerzos han sido pocos o más bien la llamada a la que iba dirigida esa "suma de esfuerzos" no ha sido clara, o si ha sido clara, el pueblo y vecindario en general ha pasado de una forma flemática. La indolencia, apatía, indiferencia y rechazo ha sido de tal magnitud que deja pasmado al observador menos riguroso. ¿Es que el pueblo no quiere mejoras? ¿Somos demasiado cómodos? ¿Nos importan un pimiento las iniciativas de los políticos? ¿Sólo nos movemos cuando hay un santo por medio? ¿La obligación con el asunto político sólo compromete una vez cada cuatro años? Estas y similares preguntas nos servirían de base para un análisis más profundo del porqué los ciudadanos de Priego dan la espalda a estos requerimientos.
La mañana fue una de las más frías del año y eso a pesar que el cielo estaba despejado y lucía un sol limpio y claro, pero por encima de la temperatura del termómetro, ?o más bien por debajo?, estaba la frialdad de un pueblo que no acude a llamadas de los políticos reunidos a pesar suyo, por más que le digan que la plataforma es ciudadana y no tiene matiz político. Asunto este que no se lo creen ni ellos mismos.
Uno más uno, más uno, más uno, ha resultado ser igual a casi nada. Al final del acto la alcaldesa de Priego, ¿portavoz no político de la Plataforma?, animó a los ciudadanos a que sigan las próximas iniciativas que se lleven a cabo. Desde luego, si hay fe, la esperanza no debe perderse.
Uno más uno.
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