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LA FERIA DESDE MI REJA (y otros poemas)
María Jesús Sánchez, "María del Adarve", nos muestra la fluidez y abundancia de sus poemas.
MARÍA JESÚS SÁNCHEZ
(María del Adarve)
LA FERIA DESDE MI REJA
"Para Agustín Serrano, en agradecimiento al magnifico reportaje fotográfico publicado en Adarve" Una "ausente".
La iglesia,... los Adarves,.., las callejas,?
el cielo azul, la Fuente y las campanas.
La Feria, loca niña, y las gitanas
vestidas de luceros, en las rejas...
El carrusel, el baile, las parejas?
el desfile a la grupa, de serranas,
mil sueños florecidos y galanas
mantillas. ¡Clavelitos, garbo y tejas,! ...
Sol y sombra, rejones y alamares,
bata de cola, flecos y abanico
fandangos,... pasodobles, ... soleares,?
Los hermanos Peralta ante el hocico
de las fieras. Sus jacas singulares...
¡La emoción y el triunfo del mocico!
MI CIUDAD BLANCA
Blanca, que blanca te quiero
rosa, plazuela y Tiñosa.
Blanca, que blanca te sueño
calleja alada y angosta.
Blanca, que blanca te anhelo
fuente de plata y de roca.
Blanca del pie hasta el alero
casita, corno una novia.
Blanca de cal y de luna.
Blanca y azul como el cielo.
Blanca en mi villa moruna.
Blanca al alba del lucero.
Blanca que te quiero blanca
magnolia y nardo hechicero.
Blanca como una niña ingenua
dulce como el caramelo.
Blanca de estrella radiante.
Blanca de diamante bello.
Blanca de lirios y azahares.
Blanca de flores de almendro.
Blanca, blanca, de rocío por la escarcha de mil versos.
Blanca como las palomas que revuelan por tus huertos.
Blanca, limpia, inmaculada,
como el ángel de mis sueños.
¡Blanca como el alma pura
y la calle en que me pierdo!
OTOÑO
Una gama infinita de radiantes colores
envuelve los vergeles de mis campos azules,
y Febo, soñoliento, se arrebuja en los tules
de una tarde preñada de frutos y flores.
Los céfiros templados cimbrean en su lira
un cúmulo de aromas y pregones alados;
en el barrio, algazara de niños despeinados
que riñen como gallos, encendidos de ira.
La recua de Apolonio repicando en la calle,
la casa silenciosa murmurando en la reja,
en el quicio la moza de la canción añeja...
¡la niña de la rosa de pasión en el talle!
Las nenas de los lazos que juegan a la vieja
las viejas enlutadas que van a la novena,
arrebol en el cielo que los prados serena,
y el cansino hortelano que en la burra se aleja?
En el monte, romero, toronjil y tomillo,
madreselva en el patio, jazminero y albahaca;
en el portal la fruta, en la sala la hamaca...
y en el álamo viejo del Paseo, el cuquillo.
La ciudad de las torres, las campanas de plata,
la Fuente cantaora, los paisajes galanos...
es óptima colmena de frutales y granos,
rumorosa huerta de célica sotana.
No hay campos más inmensos, más áureos ni bravíos,
que los que ríen y cantan al pie de mi atalaya.
¡Oh valles infinitos arroyuelos y ríos,
libro abierto de un Leonardo, a un Juan Ramón, a un Falla!
Allí todo es misterio, lirismo, arrobamiento,
aroma, colorido, reverberar y trinos,
¡allí se eleva el alma a los cielos divinos
y la lira de Apolo juega en alas del viento!
!Oh Priego!: Luminosa sultana de colores,
aurora de Minerva; de Euterpe, ala y rosa
cantera de poetas, manantial de pintores
flor de la sinfonía, de Orfeo mariposa.
Eres prado celeste y yunque de luceros,
alba carroza de hadas, plenilunio en la noche,
un pecho desbordante de fuentes y veneros,
de mágicas estrellas, el más preciado broche.
Voy perdida en tu Villa, laberinto de alas,
recorriendo las huellas de mis plantas pequeñas,
en pos de los geranios, las rosas y las calas
del brujo patio niño con que mi alma sueña.
A beber en la Fuente de Belén, donde apagan
los recios campesinos el fuego de sus soles,
a jugar a las chinas, a comer tornasoles,
y a bailar en el corro do las niñas cantaban...
Ya bajo por la pescadería
que va a la encrucijada de mi blanca calleja.
La tromba de recuerdos de mi alma escalofría
y un gusto agridulce en mis mejillas deja.
... En la Cuesta, la herrería, el horno, el matadero,?
la Junta de regantes, y la fuente sonora,
San Roque el zapatero, "la empresa transportadora"
del "Basto", el albañil, el ciego, el carpintero...
La taberna de Higueras, la vieja carbonería,
¡y la Carrocería de "Vedrines", la fragua...
el "Huerto del Rondel", flores, ranas y agua,
"el Centurión romano" y la Pajarería!...
La industria de tejidos, la industria de sombreros,
la sastrería, el taller, la fábrica de harina,
¡la Ermita de Belén, la torre cantarina,
mi pregonera esquina y los cuatro muleros...!
La "Huerta del Palacio","El Recreo de Castilla",
"El Molino de Arroyo" y "la Puente Llovía"
¡el rubí y el topacio de mi alma chiquilla!...
Molinos, San Luis, Belén... ¡¡Melancolía!!...
SEVILLANAS
I
Amarrado a la columna
Priego tiene un Nazareno?
Priego tiene un Nazareno
que roba los corazones
y hace temblar a las piedras,
y hace temblar a las piedras,
cuando va entre los sayones...
Priego tiene un Nazareno
que cuando sube al Calvario
abre las presas del alma,
abre las presas del alma,
por donde desborda el llanto?
Jesús no nos abandones,
cobíjanos en tu manto
que los jóvenes de Priego,
que los jóvenes de Priego,
sigan siendo lirios blancos.
II
Priego es una niña guapa
aireando la Mantilla...
Aireando la mantilla
en el balcón hechicero,
con bata de cola verde,
con bata de cola verde,
y hermoso collar lucero?
Se adorna con el prendo
de estrellitas, sol y luna, ´
mi niña es como ninguna,
mi niña es como ninguna,
para robar el sentío?
Con diálogo de flores,
trinos de mil avecillas
y repique de campanas,
y repique de campanas,
se pasea por la villa.
III
No sé lo que tiene Priego
que lloro y río a la vez...
que lloro y río a la vez,
cuando el Puente de San Juan,
cuando el Puente de San Juan,
cuando el Puente de San Juan,
me dice ¡viva y olé!...
Me dice: ¡viva y olé!
las mujeres de mi pueblo,
las mujeres de mi pueblo,
las mujeres de mi pueblo,
de mi pueblo cordobés.
De mi pueblo cordobés,
el de los guertos en flor
los olivares de plata,
los olivares de plata,
las fuentes y el mirador.
IV
Cuando a la guitarra vuelan,
vuelan dos palomas tiernas...
Vuelan dos palomas tiernas,
que bailan por sevillanas,
que bailan por sevillanas,
que bailan por sevillanas,
y son tus manos pequeñas?
No me digas ángel mío
que no toca tu guitarra,
si ríe como una niña,
si ríe como una niña
revoltosa esta mañana...
Vaya para ti mi canto,
ROBERTO, por sevillanas,
¡y que vivan las serranas,
los parajes de mi campo,
el postín y la elegancia!
I
Arroyito salado
lágrima viva...
Lágrima viva
de los hijos
de Priego
lagrima viva
de los hijos
de Priego
que no te olvidan...
Aunque lejanos
estemos de tu vera,
aunque lejanos,
estemos de tu vera,
¡cuánto te amamos!
II
Cataratas de rosas,
Priego del agua?
Priego del agua
maravilla
celeste
Priego del agua
maravilla
celeste
fuente del alma?
Fuente del alma
donde beben las musas
fuente del alma
donde beben las musas
por la mañana.
III
!Ay!, tierra de mi alma
qué guapa eres...
Qué guapa eres
con tu puente
y tu Adarve,
qué guapa eres
con tu Fuente y tu Adarve,
y tus vergeles?
Muy bien pareces
la corona de nácar
muy bien pareces
la corona de nácar
de tus prieguenses.
IV
Tus ojos hechiceros
!Ay!, soberana?
¡Ay!, soberana
han prendido
mi alma.
¡Ay!, soberana
han prendido
mi alma.
¡Ay!, soberana
han prendido
mi alma
en su atalaya...
Donde la aurora
a la clara del día;
donde la aurora
la clara del día
!Ay!, me enamora.
LA VOZ DEL ARPA
Priego: transparencia y sol.
Priego: aljibe de cristal.
¡Priego mordaza de cal
y llanto de surtidor...!
... Ni el dinero, ni el amor,
ni el lumen, ni la beldad,
ni la gracia ni el dolor,
quedan eh la oscuridad
porque los revela Dios ...
¡... Qué no apagará la cal
el latir de un corazón
todo lira, luz canción
y mensaje universal... !
¡... Llegó la hora de dar
lo suyo al César y a Dios?!
¡¡Sea más fuerte nuestro amor
que el silencio sepulcral!!
¡ ...Que no cesa de llorar
el bordón del surtidor...!
¡Oh, quién pudiera volar
a la lira del Señor;
y bordar arcos de honor
con rosas, mirtos y azahar
en la tribuna eternal
de nuestro insigne orador!
¡Hemos de descordonar
las fibras del corazón
y romper con la canción
la presa del manantial
azul, sonrisa y cristal
donde se filtra la luz...!
¡Qué nos devuelva la mar
el gran bajel de armonía
que loca llevóse un día
sobre sus crestas de sal
y se desborde el champán
de aquel pecho efervescente
en la copa floreciente
de nuestra blanca ciudad!
...Y se eleve un pedestal
al hombre grandilocuente
que germinará en su vientre,
enhiesto lirio inmortal.
PREGÓN
A Manolo Escamilla
?Para Andalucía, la primera de sus riquezas son sus hijos?. N. Salas.
Plegarias, emoción, calor y frío.
Estandartes, silencio, penitentes.
El pueblo, sus costumbres y sus gentes
y un hombre que nos canta su latido.
Preludio. Expectación, murmullo, ansia,
pupilas, tos, vehemencia, nerviosismo.
Mil redes en el río del lirismo
y el gran loto flotando sobre el agua.
El pecho va a cantar. Silencio, calma.
Calurosa ovación. ¡Bienvenido!
Se humedecen las alas de un suspiro,
y fresca la garganta, canta y canta
en el hombre su tiple voz de niño.
De la historia renacen los cimientos.
Brota el pueblo feliz, blanco de armiño,
y asoma al largo tajo sonriente,
como un trozo de Cielo desprendido.
Acá, su torrecilla, allá, el sendero.
La ermita, los frailes, el convento,
la mezquita, la abadía, el regio templo,
y Priego, ¡Priego al fin! ¡Mi pebetero!,
tornando en dulce voz de pregonero,
jugando a renacer como el almendro.
Acaricia la rosa del pasado,
se baña en el mar de los recuerdos,
o se peina en la luna de los años,
inundando de aromas y cantares
los pechos, las callejas y los campos,
apurando su cáliz de poseía
al calor de unos versos marianos.
¡Oh Poesía!... Belleza seductora,
voz del alma, luz del sentimiento,
florecilla de amor, nítida aurora,
alas del corazón y del pensamiento.
¿Por qué vuela, revuela y rasga el tiempo
en pedazos la rosa mañanera
de estos dulces vergeles que atemperan
el espíritu? ¡Oh, salmo!...
¡Oh, flor! ... !Oh, firmamento! ...,
fertilizad los campos
del entendimiento
y abrigad la esperanza de estos granos
sembrados con esmero y con amor...
¡¡¡Qué no caigan en vano!!! Señor.
SALIDA DE JESÚS
Triunfante va el Nazareno
entre vivas y emociones,
inflamando corazones
con hondo mirar sereno.
La tambora de Pestíñez
hiende el Céfiro agareno,
y como aquel Viernes Santo?
¡van las mujeres de Priego,
con cruces sobre la espalda
y las plantas por el suelo!
Una voz estremecida
por quicios de negro velo
tiembla en el aura andaluza
rota de amor y de duelo.
¡¡Viva, Padre mío, viva!!...
¡¡Padre Jesús Nazareno,
dale un abrazo a mi hijo
que está contigo en el cielo!!
Y la melena sedosa
con rubíes, de azul y negro,
rítmica, flota y ondea
su dolor gonfaloniero.
Se atenazan las gargantas
reviviendo los recuerdos.
Tiemblan y lloran los hombres,
¡¡los hombres, hombres, del pueblo!!
Los niños, cual serafines
marchosos, van sobre el cuello
de sus padres, con hornazos,
en alas del Nazareno.
Trochando por las callejas
alivian paso los viejos. ...
?¡Ya va por el Paseíllo
lo más Lindo, lo más Bueno...
la tristeza y la alegría
por donde respira Priego!
Los belicosos tambores
nos retumban en el pecho,
y las cornetas romanas
cortan el manto del viento.
Irrumpe el dolor. ¡Se quiebra
el llanto y el sentimiento
en ayes de cante grande
que son nítido pañuelo
para enjugar el salitre
del que va por el sendero!
Se aprensan los corazones
de los mocitos camperos,
de los soldados que vuelven,
¡de los que ayer se nos fueron
emigrantes a otra tierra
en busca del pan moreno!
¡El pan que nos va matando
por la distancia y el tiempo,
amasado con sudores,
con lágrimas..., con anhelos
de pisar la tierra madre
que tira de nuestro cuerpo,
como la raíz inmensa
que al trasplante no se ha hecho.
¡Un trono de hombres en flor
le van a Jesús meciendo!
...¡¡Qué no mus farte el trabajo,
Padre Jesús Nazareno!!,
oi decir en el Palenque,
a un varón curtido y recio,
mientras alzaba la mano
mostrando su pecho abierto,
al redoblar los tambores,
que marcan paso ligero.
El aire de primavera,
suave brisa del huerto,
acaricia las mejillas
con el hálito de un beso.
Las cruces son llevaderas...
¡Hacia el Calvario, no hay peso!...
un haz de cristos humanos
van tras Jesús, en silencio...
sedientos de amor y hambrientos
de comprensión y de empleo...
Priego, es una sola alma,
un gran corazón, un cuerpo
estremecido que llora,
vitorea y canta a un tiempo.
Frente a él, la nívea Ermita,
las cruces, el Nazareno,
los apretones de manos,
escuadrón y campanero.
Mil angelitos azules
con los bracitos abiertos
en marea de hornazos
Y... ¡La bendición al pueblo!
¡Un zollipo que se ahoga,
cien mil vivas en el viento,
y... Jesús en el Calvario
soberano y fiel Maestro,
con cinco rosas abiertas
en el árbol del Madero.
¡¡Priego,...Madrid, ... Barcelona?
Vasconia y el mundo entero,
fundir nuestros corazones
en un abrazo fraterno,
hasta que Dios nos separe
para unirnos en el Cielo!!
YA LLEGO CANTANDO
¡Oh, Priego del agua!
¡Oh palmito blanco!
¡Oh ramo de almendro florido!
¡Oh encanto!
Ya llego, ya llego,
cantando, cantando,
como un jilguerillo
feliz, a tus campos.
Verbena es mi coche.
Pianillo alocado.
Álbum de piropos
volando, volando...
... Ya está repicando
mi corazoncillo
su crótalo grana
como un gitanillo.
Todo es alegría...
Mi pecho chiquillo
rompe la campana
de su algarabía.
¡Oh sierras! ¡ Oh valles!
¡Oh mares de plata!
¡!Oh tierra escarlata
de mis olivares!...
¡Oh rostros morenos
flores de canela.
Arroyos y ríos
que regáis mi tierra!
Ya llego... Ya llego.
Ya estoy a tu vera
bañando mi alma
en tu blanca azucena.
¡Oh, cuna hechicera!
Un canto de olivos
me abraza con fuerza
y ríe el cerezo de la primavera.
Las lindes, vestidas
de rosas, parecen
alegres chiquillas
que a vivir comienzan.
El cielo reluce
cual luna lunera.
Los aires son puros
¡Ya estoy en mi tierra!
CANTO A LAS FUENTES DEL ADARVE
Al Periódico "Fuente del Rey", gala de Priego.
I
(PUERTA DEL SOL)
¡Oh, plateresca linfa divina
que en chorro diamantino desgranas
suspiros de añoranzas lejanas
en tus perlados versos de Ondina!
¡Oh, rumorosa y fértil madrina
de cumbres, fortalezas, campanas...
De fructuosas tierras huertanas
regato en soleá y granaína!
Tamborilera en mi corro niño,
chasqueo de besos, sueño de amores,
rescoldo y ventanal de mis viejos.
Reverberito azul-verde-armiño,
abriéndose en mis ojos surtidores
cuando te digo: ¡Adiós!, ...desde lejos.
II
(LA FUENTE DE ENMEDIO)
¡Oh, corazón abierto de Priego
al anchuroso campo celeste!
¡Oh, sonoroso abrazo campestre
de jara, olivo, rosa y espliego!
Se está quemando mi ala en el fuego
gris de la ausencia letal Oeste,
sin que el divino Orfeo me preste
tu flauta de agua, canto labriego.
Tu bordoneo, rosa lunera
de vino y menta, de nieve y llama,
es siguiriya, amor, jabera...
Sierra, Angostura, luz y oriflama.
¡Garganta rota de Petenera
que al emigrante busca y reclama!
III
(FUENTE DEL ERMITAÑO)
De larga bata festoneada,
sales de La Baranda al Castillo,
rompiendo el aura con tu tanguillo,
ebria de flores y albura, alada.
Y de jazmín y azahar, aromada,
llenas de arpegios mi cantarillo,
cuando la alondra y el jilguerillo
hablan de amores en la enramada.
Y en las mañanas primaverales,
al repicar de los campaneros
bailas de gozo con la campana.
¡Y copias cielos angelicales
cuando salmodias a los luceros
en mis oídos de provinciana!
A LA FUENTE DEL REY,
desde la ausencia
I
Desde la ausencia, oigo tus rumores
parleros, cantarinos, quejumbrosos,
cual seductores, áureos y armoniosos
campaniles, plata-cristal de amores.
Un susurro de anhelos soñadores,
arranca de mis centros silenciosos;
¡cien mil amaneceres luminosos,
ebrios de salmos y de ruiseñores!
...¡Mis labios son morenos segadores
imantados al chorro de frescura
que brota de la entraña de la tierra!
Tú, rosario de besos seductores,
¡catarata de rosas y de albura,
do se bañan las Ninfas de la Sierra!
II
Fuente de inspiración y sinfonía,
multiforme criatura, rosa alada,
órfica lira, plenilunio, hada,
flecha de luz y aljibe de ambrosía.
Opimo manantial, pensil, poesía,...
petenera y bordón de la Cañada.
Linfa espléndida, diáfana, impensada,
flauta, caricia y flor en perlería.
Arrullo en mi vagido, suave canto,
nardo y clavel en mis febriles sienes.
¡Oréade de los tres versos volantes!
...¡Rompes por soleares el quebranto,
serviola sin par de mil vaivenes,
cuando cantan llorando los amantes!
III
¿Duermo?, ¿velo?... ¡Dejadme abandonada
y absorta en mi delirio azul divino
de crótalos argenteos zafirinos,
por los senderos de la madrugada!...
Un orfeón de Piérides doradas
y dos níveos corceles neptuninos
ponen alas al carro del Marino
¡guitarra de gargantas plateadas!
Tritón se agita, salta, se derrama,
ansiando arrebatar tridente y bridas
al bravío titán, dios de los mares.
Juega el alma con sílfide en la rama,
y Alseides, Hénides y Nereidas,
hacen de arpegios nítidos collares.
FUENTECILLA DEL CEMENTERIO
Un ronco son de robles quejumbrosos,
desgranas, plañidera conmovida,
lucero agónico en la noche ungida
de salobres adioses y sollozos.
¡Oh, cabecera de los dolorosos
séquitos! Elegíaca despedida,
temblor de amor, plegaria estremecida
que sabe de los días tenebrosos.
Escarcha derretida de la dalia,
savia de adelfa, endrino y limonero,
murmurando el recóndito secreto
del cáncer, el martelo, la cefalea,...
o el silencio letal de aquel viajero...
que le llevó a dormir bajo el abeto.
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