ANTONIO C. VILLENA

Ecos del agua eres tú, Priego.

De tus entrañas, sale como burbujas de champán, entre sus

piedras calizas, al pie de tu santa imagen, Virgen de la Salud.

Ecos del agua, son, los murmullos de tu agua cristalina que

apaga la sed de tus hijos queridos.

Ecos del agua, son, las lágrimas por tus mejillas sonrosadas.

Ecos del agua son, tus suspiros del fondo de tu alma en solicitud

de algún favor.

Ecos del agua son los murmullos de tu agua por los saltadores

al exterior.

Fuente de la Salud, Fuente del Rey, hermanas gemelas que se

surten del mismo eco del agua.

Ecos del agua es, el murmullo de tus labios con plegaria

pidiendo un amor que murió antes de nacer.

Ecos del agua son tu ruido por los caños que con su precipitada

salida sobre el estanque mayor desaparece por los cuatro vientos la

pureza de sus aguas.

Ecos del agua son, que con el silencio de la noche hace que el eco

de sus mismas aguas rompan ese silencio rutinario y melancólico.

Ecos del agua son las precipitadas caídas que rodando de una,

en una, por la cascada se confunden el sonido de los saltadores,

caños y cascada produciéndose en su entorno una orquesta musical

difícil de comparar, donde su eco vuelve a desaparecer en las

entrañas de la tierra de donde vino a nacer, orgullo de nuestra ciudad.

Ecos del agua son, alegría tristeza, mezclados en un solo amor

que tus hijos te exponemos pidiéndote una gran labor.

Ecos del agua son oraciones y plegarias que a los pies de tu altar mayor escuchas con clamor Virgen de la Salud de tus hijos

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