ANÓNIMA
FUERA DE ABUSOS
Varias personas muy finas
Aunque con pocos dineros,
Se quejan de las letrinas
Que existen en las esquinas
De la calle los Herreros.
Y como llevan razón
Acudo a este Decenario
Con tan justa petición,
Por sí a su publicación
Se termina el urinario.
¿No os causa gran sentimiento
Cuando vais de punta en blanco
Oler el fétido aliento
De la esquina del convento
Y la esquina del estanco?
Cualquiera al pasar diría,
Y diría la verdad,
Que ya de noche o de día
Es esto una porquería
En medio de una ciudad.
Y haciendo votos sinceros
Porque esto desaparezca
Soy de ustedes, caballeros,
Pero sabed que está fresca
La calle de los Herreros[1].
[1] Publicada en Patria Chica, número 5, 20 de marzo de 1915, página 3. Se advierte en nota previa que se publica por tratarse de un asunto local, que a todos nos interesa. Pero que en lo sucesivo no se publicará ningún trabajo que no venga firmado por su autor.