JOSÉ LUQUE REQUEREY
Romano de Priego,
hermano.
Si tú mueres
¿qué nos queda para la libertad?
¿Qué para defendernos
del miedo de lo grande?
Ve enhorabuena,
con tu pechuga de hojalata
y tu morrión de plumas multicolores.
Ve con tu sable o tu lanza
mohosa por el tiempo.
Ve enhorabuena,
a sacar de su iglesia al Nazareno.
Ve a gritar, como el año pasado,
en el Palenque, "el paso redoblao".
Ve negando el poder, desafiando el miedo,
poniendo en solfa
todo lo convenido.
Romano de Priego,
hermano,
¡Vive para siempre![1]
[1] Adarve, Año 1978.